El escrito más antiguo que conocemos hacer de Tuxtlan (el actual Santiago Tuxtla) lo encontramos en el Códice Mendocino o Mendoza, elaborado por encargo de Antonio de Mendoza, Virrey de la Nueva España, en 1535. Es considerado el documento más serio elaborado de manera conjunto por los pintores indios conocidos como en
Tlacuilos, junto con eruditos españoles. Según especialistas, por el cuidado y la fecha en que fue realizado, es el que tiene menos deformaciones provocadas por el impacto cultural de los conquistadores.
El Códice Mendoza o Mendocino fue "editado" con la mayor seriedad y es fácil notar la columna de tributarios que inicia en la parte superior izquierda y continua de manera ordenada por la orilla de la hoja, colocando claramente el nombre junto a su glifo correspondiente. Los tributos contienen un numeral, su pintura y también anotaciones al calce, por lo que están claramente definidos. Aunque no faltan quienes expresan duras críticas contra el documento, y están convencidos de que no se puede extraer toponimias de los glifos, porque pictográficamente tienen muchos errores y falta exactitud, pues en varios casos fueron hechos con información narrada por los mercaderes (
pochtecas), y que además existen grafías defectuosas de las glosas escritas en caracteres latinos asentadas por los escribanos. Sea como sea, es de las poquísimas diferencias existentes que pueden dar luz respecto a los origenes de Tuztlan, sobre todo si observamos la lámina 46 de este
códice. Todo lo demás es especulación.
En esta lámina aparecen muchos elementos que hablan de la grandeza esta región, sus grados de especialización y de desarrollo artesanal, la gran variedad de materias primas y recursos con que contaban. Debió ser una provincia muy rica para entregar anualmente 2,800 textiles de algodón muy decorado, trajes únicos para la guerra hechos con plumas de quetzal, tocados de plumas, escudos de plumas, adornos y sartas de oro, piezas y chalchihuites, miles de plumas de rojas, verdes, amarillas y azules de quetzal, besotes de ámbar y oro, 16,000 pelotas de hule, 100 hoyas de liquidambar y 200 cargas de cacao.
Si se toma como base este documento, o sea el
Códice Mendocino, la definición para Tuztlan se hace más precisa. Tuz podría relacionarse con
tostli, "cosa muy amarilla
", representando en este caso por un pájaro amarillo, y "Tlan" como "lugar de", ya que es un locativo, y se traduciría como "lugar donde abundan los pájaros amarillos".
Acerca del color de glifo se podría agregar que, aparte de que el paisaje estaba dominado por aves amarillas, posiblemente también indique que aquí había oro, porque la avaricia española hacía ver que en todo lo amarillo podía esconderse ese precioso metal.
Campos H., y Santiago R. (2010).
Breve Historia de Santiago Tuxtla. México: Sevilla editores, S.A. de C.V.